Una fuerte polémica se ha desatado a raíz de las protestas protagonizadas por indígenas de la comunidad Embera, este miércoles 19 de octubre en Bogotá que dejaron por lo menos 27 heridos, entre ellos catorce policías, ocho gestores de convivencia y cinco civiles.
Según voceros de la comunidad Embera, la protesta tenía como objetivo alzar la voz ante los incumplimientos de los acuerdos que se firmaron en mayo con la Alcaldía de Bogotá y que permitieron que, a mediados de ese mes, los indígenas que estuvieron asentados por más de 200 días en el Parque Nacional, desalojaran el lugar.
Ante los hechos de violencia, el presidente Petro decidió reunirse con los líderes Emberas en la Casa de Nariño para escuchar sus peticiones e indicó a través de su cuenta de twitter que los indígenas eran víctimas de desplazamiento y se encontraban hacinados.
“Hace un mes no tienen agua potable, viven hacinados más de 1.200 personas donde solo caben 400. Han visto morir 21 de sus integrantes la mayoría niños en Bogotá (...) Se sienten engañados en su dignidad. Cada vez que los golpean vienen más a Bogotá. Son un pueblo que rechaza el trato indigno, la palabra engañosa. No saben la mayoría hablar español, los discriminan por ello. Los funcionarios no tienen la educación para lograr entenderlos”, trino Petro sobre la reunión.
Además, afirmó que entregaría ayudas y se encargaría junto a su gabinete, de cumplir los acuerdos que se firmaron en cabeza del anterior Gobierno.
Reacción con “verdades incomodas”
Ante los trinos y declaraciones del presidente Gustavo Petro, la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, quien rechazó con vehemencia los actos de violencia que, presuntamente iniciaron los indígenas el pasado miércoles, no se quedó callada y denunció una serie de situaciones delicadas, que ha venido detectando durante los años que ha tenido que enfrentar la crisis ocasionada por la llegada masiva de indígenas a la capital colombiana.
“Bogotá ha ofrecido varios albergues. El único aceptado por políticos indígenas Bakata fue La Rioja a sabiendas que no era el más adecuado. Lo usan como presión. La real solución digna y protectora de los derechos ancestrales y humanos indígenas es garantizar el retorno seguro”, afirmó en uno de sus trinos la mandataria.
Sin embargo, fue más allá y denunció que varios líderes indígenas se han dedicado a la bebida y a vivir de lo que sus mujeres y niños mendigan en las calles.
“Señor presidente, varios hombres “líderes” emberas explotan en mendicidad a mujeres y niños, mientras se gastan las ayudas que les damos en licor y ejercen violencia contra su propia comunidad, ciudadanos y servidores públicos”, afirmó López.
La alcaldesa pidió al Bienestar Familiar que tome en cuenta las denuncias que su equipo viene haciendo desde hace meses, sobre la difícil situación que viven los niños de esta comunidad.
“Esos y muchos más hechos de violencia y abuso los denunciamos hace meses ante ICBF, sin que se haya tomado ninguna medida preventiva ni de protección a los niños ni sancionatoria a los adultos. También interpusimos denuncias penales ante la Fiscalía que están en curso”.
Las reacciones en redes sociales no se dejaron esperar, y son miles los usuarios que han respaldado las denuncias que hizo Claudia López, asegurando que no solo en Bogotá se registran casos de mendicidad, sino en varios municipios de Cundinamarca y el resto del país.