Un audio enviado a la redacción de Contrapeso, revela la forma cómo, de la mano del gobernador Ricardo Orozco, llegó el alcalde de Mariquita, Juan Carlos Castaño al consejo directivo de Cortolima, el pasado lunes 27 de febrero.
En la grabación aparece la voz del burgomaestre mariquiteño, en un consejo de gobierno realizado en su despacho. En ella, el mandatario cuenta la letra menuda de la jugada política liderada por el gobernador Orozco, quien organizó los votos para su elección en la Asamblea Corporativa de la entidad ambiental.
Si bien, los 47 alcaldes y el gobernador no están impedidos para realizar acuerdos políticos en esta elección, nunca en la historia reciente del Tolima, se había escuchado públicamente cómo se maneja dicho proceso. Este en particular, antecedido de presiones, componendas y hasta traiciones.
“Sepan la magnitud de la cagada”
Según el mandatario de Mariquita, el senador Miguel Barreto le había prometido los votos de sus alcaldes al excongresista Jaime Yepes, para apoyar la plancha de Diego Guerra de Rovira. Tal vez Juan Carlos Castaño ignoró que el propio Yepes a través de un comunicado el año pasado, había roto relaciones con el congresista conservador.
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Castaño les dice a sus funcionarios que “a última hora, Barreto volteó a Diego Guerra con Lucero Castaño de Falan”, no sin antes advertir que el alcalde de Rovira “fue el que más votos le sacó en el Tolima a Miguel Barreto” para su reelección en el Congreso.
Así las cosas -por un lado- Juan Carlos Castaño acusa a su colega de Rovira de participación indebida en política, y por el otro, le atribuye al senador Miguel Barreto una supuesta traición al grupo de Jaime Yepes, con quien había roto relaciones en 2022.
La imposición de Orozco a Jaime Yepes
Pero la mayor revelación del audio filtrado tiene que ver con la injerencia del gobernador Ricardo Orozco en el proceso, y por supuesto, en la elección del alcalde de Mariquita en Cortolima.
“El gobernador le dice a Jaime, aunque estaban un poco distanciados: usted no tiene los votos completos, Miguel lo volteó. Yo lo apoyo, pero baje a esa gente”, sostuvo el alcalde Castaño. “Esa gente” para el gobernador, eran los alcaldes de Rovira, Ibagué y Falán, a quienes bautizaron ‘los no alineados’ con el barretismo.
Y continuó el gobernador: "Porque digamos que, de sus alcaldes, el de mayor confianza que yo tengo es Castaño", le dijo Orozco a Yepes, según el mandatario de Mariquita.
En otras palabras, Juan Carlos Castaño deja absolutamente claro que el gobernador del Tolima, Ricardo Orozco, le impuso su nombre a Jaime Yepes por encima de los alcaldes de Rovira, Diego Guerra, e incluso, el de su gran amigo y aliado en ese entonces, el mandatario ibaguereño Andrés Hurtado, quienes sí eran fieles al yepismo y aspiraban a ocupar un asiento en el Consejo Directivo de Cortolima.
De tal manera que quién le dio la espalda a los alcaldes de Rovira e Ibagué fue el exrepresentante a la Cámara, Jaime Armando Yepes Martínez, por petición del propio gobernador, y Orozco, al olerse esa crisis política, abrió el manual del ajedrez electoral e inclinó la balanza hacia el "nuevo mejor amigo" del barretismo: el alcalde Juan Carlos Castaño de Mariquita, desatando una crisis entre Andrés Hurtado y el equipo de la precandidata a la Gobernación, Yully Porras.
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Para muchos, Jaime Yepes se hizo un "harakiri": se dejó imponer el nombre del alcalde Castaño en Cortolima, quien muy seguramente votará por el candidato que le exija el barretismo para la dirección de la CAR, y por el otro, acabó con una sólida y fructífera relación política con el alcalde de Ibagué, Andrés Hurtado, al bajarlo del bus del Consejo Directivo de la entidad ambiental.
"Sin querer queriendo, anoche me lo dijo el gobernador, resulté yo metido en Cortolima", sentenció el alcalde de Mariquita, Juan Carlos Castaño.