Esta redacción pudo establecer que recientemente y tras una intensa charla en el Parque Deportivo, voceros autorizados del denominado hurtadismo también conocido como ‘Libres y Unidos’, recibieron al diputado Carlos Arturo Reyes Rodríguez y al concejal de Ibagué, Javier Alejandro Mora, quienes se comprometieron a respaldar de forma irrestricta la candidatura a la alcaldía de Johana Ximena Aranda.
Este es un acontecimiento que sacude el mundo político, en especial por tratarse de dos hombres muy cercanos al exsenador Mauricio Jaramillo Martínez. El acuerdo no solo contempla más participación en el gobierno Ibagué Vibra, es prácticamente la reconciliación y ‘la paz total’ entre el alcalde Hurtado y su Partido Liberal.
Reyes y Mora se suman al equipo del excongresista Guillermo Antonio Santos Marín, que desde hace rato cerrró filas en torno al burgomaestre con la llegada del abogado Camilo Santos a la Secretaria General del municipio. Otro que ya se sentó a manteles con Andrés Hurtado, fue el diputado Julio Morato, el nuevo mejor amigo de la administración municipal.
Sin Sonrojarse
En los inicios del gobierno Hurtado, el concejal Javier Mora mostró una oposición constructiva y sin mucha vehemencia; con el pasar del tiempo a Mora se le dañó el ‘opinadero’ y de un momento a otro se convirtió en uno de los concejales más cercanos al mandatario local dentro del cabildo. Por su puesto que, sobre el papel, Javier Mora aparece en la oposición, pero la realidad era otra.
Es más, fuentes del ‘palacio amarillo’ revelaron que el concejal Mora fue muy influyente y participativo ante el gobierno local con el proyecto del Centro de Atención y Protección Animal, conocido como el MEGA CAPA. Hurtado y Javier Mora trabajaron 'en llave' este proyecto, en el que se invertirán más de $5.000 millones.
Las conversaciones desde hace meses han sido fluidas, fructíferas y coinciden plenamente con la aterrizada hace más de un mes por parte de la congresista Olga Beatriz González Correa, con cuotas ‘propias tropas’ en el Palacio Municipal: María del Pilar Sánchez, Alexandra Guarnizo, Edwin Monroy, entre otras.
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Lo más seguro es que Mauricio Jaramillo está al tanto de estos movimientos que, sin lugar a dudas, se convierten en las primeras pinceladas de un eventual, pero muy posible acuerdo entre la administración Hurtado y la campaña a la Gobernación del exsenador oriundo del municipio del Líbano.
¿Y Camilo Delgado?
La desbandada Liberal hacia la línea hurtadista, golpea fuertemente las intenciones de Camilo Delgado Herrera en su interés de consolidar la unidad en torno a su nombre para la Alcaldía en 2023.
Delgado Herrera, subestimado en las huestes liberales, sabe que la prioridad el año entrante es la Gobernación. De no ser por él, el partido rojo se habría extinguido en el Tolima: 26.000 votos a la Alcaldía en 2019 y 8.000 en las legislativas 2022, que llevaron a la empresaria Olga Beatriz González al Capitolio.
No obstante, en días pasados se ventiló un ofrecimiento casi formal para que Camilo Delgado asumiera una nada despreciable candidatura a la Asamblea Departamental en 2023. Delgado Herrera encabezaría la lista roja a la duma, lo que le inyectaría votos y la posibilidad no solo de sostener las dos curules que ostenta la colectividad, sino pensar en un tercer escaño en dicha corporación.
Voceros del liberalismo le han expresado a Camilo que no es su momento, teniendo esencialmente como punto de referencia la coyuntura, división actual y los resultados en las legislativas.
Ni el más osado de la política criolla llegó a imaginar hace apenas un año, cualquier acercamiento entre el liberalismo y el grupo del alcalde Andrés Hurtado. Muy seguramente, para la Alcaldía de Ibagué el partido rojo dejará en libertad a su militancia pensando en la Gobernación de Mauricio Jaramillo, quien ha enviado toda su avanzada a dialogar de forma permanente con el mandatario.
¿Hasta dónde llegará esa luna de miel?