La sorpresiva andanada que ha iniciado el barretismo con sus más fieles escuderos contra la administración ‘Ibagué Vibra’, confirma lo que se alcanzó a especular hace meses; después del 13 de marzo el electo senador Óscar Barreto Quiroga y su equipo, se distanciarán de Andrés Hurtado y le pasarán cuenta de cobro por armar toldo aparte.
En plena campaña al congreso, el denominado Hurtadismo firmó un acuerdo con la estructura Barretista asegurándole al jefe máximo de esa organización que lo acompañarían irrestrictamente al senado, lo cual todo indica sucedió a juzgar por las concentraciones masivas lideradas por la esposa y hermana del Alcalde en Ibagué.
Sin embargo, disidencias del naciente grupo del ingeniero se hicieron a un lado y terminaron respaldando campañas como la de Sammy Merheg, Miguel Barreto y hasta Ricardo Ferro; lo que le permite hoy al Barretismo decir que no le debe nada al Alcalde, así no sea cierto.
Pero si bien esa confirmación de apoyo electoral en la capital solo la pueden precisar los otrora aliados políticos, lo que se empieza a definir es quién será el gran perdedor del divorcio político.
Andrés Hurtado tiene aún, 20 meses de gobierno y se vienen, según lo anunciado en redes, la materialización de grandes inversiones en infraestructura deportiva, agua potable, etc.
Pero el que fuera su jefe, Óscar Barreto, con cinco credenciales en el congreso (la propia de senado y las cuatro de cámaras, incluyendo la de las víctimas), tendría escenarios de poder nacional los próximos cuatro años y un absolutismo sobre la Gobernación del Tolima, UT, un buen número de hospitales y Cortolima.
No obstante, lo que no se ha contemplado es que hoy el exgobernador tiene cerca de 1.200 puestos de trabajo, entre cargos directivos, secretarías, ops y muchísimos espacios dentro de la administración municipal.
Si Barreto Quiroga insiste en mandarle alfiles de su organización con ataques directos al alcalde, más de un millar de aliados, se quedarán sin la posibilidad de seguir disfrutando de los beneficios de ser funcionario o contratista del municipio. Incluso se habla del riesgo que corren en la nómina del municipio, los recomendados de aquellos concejales recién convertidos a la organización.
En el cañón del Combeima no es un tema de discusión por el momento. Consideran que, entre las UTL de los congresistas elegidos, tienen cómo ubicar amigos y cumplir compromisos adquiridos. En el ‘palacio del mango’ y demás entidades, también habrá oxígeno burocrático. Lo que si les preocupa, es que la maquinaria local no vaya a operar para las elecciones regionales del año entrante, en las que el Barretismo se juega el todo por el todo.
Sin embargo, tendrían que buscar cientos de escenarios laborales para esos profesionales y dirigentes que estuvieron de lleno con las campañas al congreso y se quedarían en el pavimento, pasadas las presidenciales. ¿A qué costo político el barretismo le dirá adiós al burgomaestre local?
En la recomposición que hizo antes de ley de garantías, Hurtado apartó a cuatro amigos cercanos a Barreto: Carlos Portela, Óscar Montes, Javier Triana y Jesús Alberto Carvajal sin consultarlo con nadie; solo les notificó con su secretario general Leandro Vera, de la aceptación de la renuncia a sus cargos. Un error que muchos le cuestionan al mandatario: no ponerle la cara a aquellos colaboradores que de una u otra forma hicieron parte del gobierno y a quienes le aplican el ‘ácido’ (ha sido un placer contar con usted) a través de mensajeros.
Al final, el alcalde no calculó que el barretismo después de usar la administración en pleno para sus fines electorales, iba a emprender una meticulosa estrategia de oposición en el marco del desgaste que tiene el burgomaestre por decisiones tomadas. Muchos opinan que el golpe de estado debió propinarlo hace rato.
Si bien ya se está ambientando la salida de funcionarios como Dora Patricia Montaña de la secretaría de Planeación, ella caería parada en cualquiera de las otras entidades controladas por Óscar Barreto. La talla profesional y experiencia en lo público nadie se la discute a Montaña, mujer de confianza del Senador electo.
Otros nombres en carpeta para salir del ejecutivo municipal son: Francy Salazar, secretaria de bienestar social; Paola Arbeláez, gerente de Infibagué; y un buen número de directores en secretarías e institutos descentralizados como el Ibal, Gestora Urbana, Movilidad, Rural, entre otros.
¿Cuál será el desenlace de esta ‘guerra fría’ entre Andrés Hurtado y el senador electo Óscar Barreto?