El primero en dar un paso al costado fue el secretario de Salud, Jorge Luciano Bolívar, el más mediático del gabinete y con mayor proyección en la capital del departamento.
Será candidato a la alcaldía de Ibagué el año entrante con el respaldo absoluto del gobernador Orozco, y en plena construcción de lazos de confianza al interior del barretismo.
En la cartera de Salud fue nombrada inmediatamente Martha Palacios; se advierte que la dirección que ocupaba como segunda al mando en esta dependencia será cuota directa, contra todo pronóstico, de Emilio Martínez Rosales.
También se despide el titular de la secretaría de Gestión del Riesgo, Fredy Torres, esto porque integrará la lista a la asamblea de Cambio Radical con el apoyo irrestricto de Aquileo Medina Arteaga, Pompilio Avendaño y el guiño del piso diez de la ‘gober’.
Dicen que la curul de Torres Cerquera está más que asegurada en 2023 con tanto padrino de primer nivel.
Operación sur
El actual gerente de la EDAT, José Dayler Lasso, tiene definida candidatura nuevamente a la alcaldía de su natal San Antonio; en su reemplazo se contempla el nombre de Paola Muñoz de infraestructura, y esta a su vez, le abriría paso al retorno de la ingeniera Sandra García, oriunda de Fresno y con raíces choquistas, a la cartera de Desarrollo Físico.
En las cuentas del barretismo aparece la disputa por la alcaldía de Chaparral en 2023, en los hombros nuevamente de Helvert González Mora, exalcalde de Ataco.
Por tal motivo la secretaria de la mujer, Liliana González Mora, deberá abandonar el alto cargo y retornar a sus labores administrativas de planta en la empresa ibaguereña de acueducto y alcantarillado - IBAL. Jairo Alberto Cardona Bonilla, escudero fiel del barretismo, también está en el sonajero de precandidatos en la ‘ciudad de los grandes’.
Queda por definir temas puntuales en la cartera administrativa con Sandra Acevedo, que suena para la alcaldía de Honda, y Alexander Castro Salcedo, Gerente de Indeportes, quien piensa esperar hasta octubre para tomar decisiones con miras a la alcaldía de Ibagué.
La promesa del barretismo
Santiago Barreto Triana, mano derecha y segundo al mando en la gobernación desde la Secretaría General, por el momento se mantiene intacto, salvo instrucciones de última hora desde el Cañón del Combeima. Analistas políticos advierten que si el secretario general renuncia, sería candidato en 2023. De mantenerse en el cargo, se acabarían las especulaciones sobre una supuesta puja por el aval del conservatismo a la gobernación.
Lo cierto es que Óscar Barreto tiene un baluarte en la línea de sucesión con su sobrino Santiago: un joven preparado, absolutamente leal al equipo, que ya conoce el territorio y a quien la organización está formando para procesos electorales futuros.
Al final, no se desató la anunciada crisis en el gobierno departamental con las dimisiones cantadas, más bien hubo una concertación política liderada por el mandatario seccional con sus aliados, pensando en las elecciones del próximo año.
Orozco ahora tiene un gran reto: pensar en la recomposición del gabinete, uno que le siga dando resultados y que deje contentos a los aliados del barretismo. Además, el gobernador no puede improvisar con perfiles que afecten los indicadores de inversión y el Plan de Desarrollo que avanza a buen ritmo.