Durante esta semana, se ha ido derrumbando el proyecto de reforma a la salud propuesto por el Gobierno de Gustavo Petro, luego de que se conocieran las posturas de los diferentes colectivos políticos.
Esto debido a que los partidos Conservador, Liberal y de la U han retirado su apoyo al Gobierno.
El Partido Liberal, el primero en sentar su posición, argumentó que las líneas que han planteado para la reforma no se han plasmado en la ponencia y así lo dejaron consignado en el comunicado que emitieron a inicios de semana en el cual citaban:
“El Partido Liberal ha tomado la decisión de apartarse de la construcción del proyecto de Ley de reforma a la salud liderado por el Gobierno Nacional. En las últimas conversaciones con el presidente de la República, la ministra de Salud y sus equipos técnicos, observamos que estas líneas, base de cualquier acuerdo, no se han plasmado en la escritura de un articulado de ponencia de proyecto de Ley”.
Por su parte del Partido Conservador anunció que no se reunirán más con el gobierno, ya que consideran que es una pérdida de tiempo.
"No asistiremos a una reunión más del proyecto de ley de reforma a la salud porque consideramos que es una pérdida de tiempo”, dijo el presidente del partido Conservador, Efraín Cepeda.
Finalmente, el Partido de la U analizó el nuevo articulado y encontró que no se contemplan los acuerdos pactados.
Y es que la directora Dilian Francisca Toro, había mencionado en una entrevista con El Tiempo que "esos fondos territoriales es una burocratización innecesaria. Lo expresamos así en la noche del lunes, que había que eliminarlos y llegamos a un acuerdo de que se elimine el tema de burocracia y solamente haya una cuenta, llamada Fondo Cuenta, de la Adres en cada uno de esos territorios. No más, sin burocracia", sin embargo, su postura no habría sido tenida en cuenta.
La polémica que motivó la decisión de estos últimos dos Partidos surgió precisamente cuando se revisó el documento y se detectó que el Gobierno les había dado exactamente el mismo borrador, lo que generó discusión, pues sería una señal de que la administración no estaría dispuesta a negociar y hacer cambios en el articulado.
Entre los tres partidos suman 75 representantes a la Cámara y 38 senadores, por lo que apartarse de la discusión representaría prácticamente el hundimiento del proyecto, tal como está promulgado hasta este momento.
Según expertos en el tema, esta situación puede generar cambios en el proyecto de reforma y es posible que se presenten otras propuestas para su discusión y aprobación en el Congreso.