Si bien Olga Beatriz González, por ser la candidata del oficialismo Liberal del Tolima, tiene una buena opción de quedarse con la curul de ese partido a la Cámara, no se puede desconocer que Gentil Gómez Oliveros ha logrado conquistar unos votos que no estaban en el radar para el umbral rojo, mientras que el apoyo del congresista Ángel Gaitán a Camilo Delgado, hace aún más incierto el pronóstico para este 13 de marzo.
Desde el año 2015 el partido Liberal no tiene poder departamental, luego de haber sido derrotado Mauricio Jaramillo en las elecciones a la gobernación, cuando el entonces candidato Óscar Barreto aseguró que le daría "una muenda histórica" a su contendor, pero la diferencia fue un verdadero 'voto finish': la diferencia fue de tan solo 4.236 sufragios.
En ese mismo año el liberalismo tenía candidato oficial a la alcaldía, pero prefirieron apoyar a Guillermo Alfonso Jaramillo, hermano de Mauricio, con aquel recordado "lapsus" del exsenador Guillermo Santos y así dejar botado a Rubén Darío Rodríguez, hoy arropado por el grupo político de Andrés Hurtado.
En ese escenario y huérfanos de poder, en el año 2018 el jaramillismo logró imponer condiciones y se hicieron con la credencial a Cámara en cabeza de Ángel María Gaitán Pulido, obteniendo 23.762 votos para él y un total de 42.434 para toda la lista, lo que le permitió vía cifra repartidora al Partido Liberal, pasar raspando para obtener la curul.
Hoy el jaramillismo se quiere mostrar unido, pero no es así. No tener candidato al Senado del Tolima les dio licencia a las bases irse con aspirantes foráneos o jugársela por el conservador Miguel Barreto.
José Luis Correa es el candidato favorito de Mauricio Jaramillo, pero les dio el guiño a cuatro de sus alcaldes, quienes decidieron con sus equipos apoyar al senador Barreto Castillo (Ríoblanco, Natagaima, Chaparral y Palocabildo).
En ese entendido, el no despertar un sentimiento liberal con arraigo en el Tolima, provocó que líderes como Mario Castaño, Jaime Durán y Alejandro Chacón, se hicieran a apoyos liberales en el departamento, fuera del oficialismo. Esta situación estimuló la falta de unidad en una lista que promete sacar chispas y alcanzar umbral para pelear una curul.
¿Olga B, Gentil o Camilo?
Lo que se percibe en este momento, es que solo dos de los alfiles liberales están haciendo juiciosos la tarea por Olga B; los grupos políticos de los alcaldes de Planadas y Ríoblanco, mientras que Flandes, Villarrica, Coyaima, Palocabildo, Lérida (ahora en el barretismo) y Natagaima, están apoyando cámaras no afines a la del oficialismo, lo que les impide llevar la delantera en este proceso electoral.
El alcalde de Natagaima, David Mauricio Andrade, claro opositor del barretismo, ha logrado consolidar su liderazgo apoyando la candidatura de Gentil Gómez. El exdiputado y exalcalde, conoce muy bien el oriente del Tolima, se pelea los votos de Melgar, Carmen de Apicalá, Cunday, Villarrica, Icononzco y Flandes, no con la candidata de su partido, sino con el también aspirante conservador ‘Choquista’, Alejandro Martínez.
Mientras que Olga B. guarda la esperanza que el alcalde de Flandes Geovanny Herrera y su hermano César, tesorero del Partido Liberal, honren la palabra y le pongan los mismos 771 votos que obtuvo Gaitán hace 4 años.
Estas elecciones han dejado claro que funcionan con las maquinarias y, entre más aceitadas, mejor se comportan. Gentil conoce esa dinámica y la aprendió al lado del que hoy le ha ofrecido de nuevo apoyo electoral, Carlos García Orjuela, quien en un acuerdo con Rubén Darío Correa y lo que representa el DPS para el Tolima, pretenden ponerle no menos de 10 mil votos a Gentil.
Para muchos ‘cuentas alegres’, para otros, una oportunidad tangible, más si se tiene en cuenta que Rubén Darío Correa alcanzó 38.700 votos en su primera intención electoral, está vigente, viene haciendo constante oposición y es autoproclamado detractor número uno del gobierno municipal y todo lo que huela a Barretismo.
García Orjuela, por su parte, cuenta con su hijo Pierre actual subdirector del DPS a nivel nacional, con poder y cercanía al presidente Duque; han logrado enamorar alcaldes con convenios interadministrativos para la construcción de placas huellas, mejoramientos de vivienda y renovación de plazas de mercado en distintos municipios del Tolima.
El considerado viceministro de la Prosperidad Social, precandidato a la gobernación, aunque debería impulsar las candidaturas del Centro Democrático, considera que, con la chequera del gobierno le puede poner huevos a los aspirantes de su partido, pero también a los de su padre que están en el Partido Liberal.
Por último, pero no menos importante está la figura de Camilo Delgado, un liberal raizal, que busca encarnar todo lo diametralmente opuesto a las viejas prácticas de los eternos jefes de su partido y que le han hecho acumular fracasos en las urnas al movimiento.
Camilo es de los pocos que ha hecho un sincero ‘mea culpa’ en el seno del liberalismo, lo que le ha generado enemistades en la interna del partido, pero respeto y cariño de muchos tolimenses que lo siguen viendo como una joven realidad de la política regional. ¿Llegó la hora del adiós entre Camilo y el partido de sus amores y tristezas?
Las apuestas del Partido Liberal a la cámara están taquilleras. La comidilla en los bajos de la gobernación, la carrera tercera de Ibagué y en varios municipios, es que Gentil Gómez Oliveros se le acercó con pasos de animal grande al jaramillismo, y puede dar la sorpresa.