La madrugada de este martes 15 de noviembre, a sus 69 años perdió la batalla Gustavo Moncayo, el profesor nariñense que se hizo famoso en el 2007, luego que desesperado por el secuestro de su hijo 10 años atrás, decidiera emprender una marcha a pie desde Sandoná, Nariño hasta Bogotá, en un recorrido de más de 1.000 kilómetros.
Su iniciativa, se volvió un símbolo del flagelo internacional del flagelo del secuestro y de las terribles consecuencias que traía para los colombianos; su exigencia principal en ese entonces era el intercambio humanitario.
Su caminata tuvo tal impacto, que recorrió 14 países vecinos llevando un mensaje de esperanza y de resiliencia ante la adversidad, pero sería solo el 28 de marzo de 2010 que su esfuerzo rindió fruto, al poder volver a abrazar a su hijo, que había pasado 12 de sus 30 años en cautiverio.
Debido al secuestro, la familia Moncayo decidió migrar a Canadá, donde le pasado 24 de octubre se conoció que el Gustavo Moncayo fue diagnosticado con un cáncer terminal en su hígado, razón por la que decidió regresar a Colombia buscando la posibilidad de un trasplante, que infortunadamente no se llegó a dar pues perdió la vida esta madrugada.
La muerte de Moncayo reabre el debate sobre la reparación a las víctimas del conflicto armado por parte de las FARC, pues durante muchos años la familia del profesor caminante estuvo esperando una compensación económica, misma que volvieron a solicitar al conocer la grave enfermedad de Moncayo para pagar un tratamiento.
"Es imposible que nosotros como víctimas podamos reconstruir nuestro proyecto de vida con reparaciones simbólicas. Las Farc tienen la capacidad y la posibilidad de hacerlo y lo estamos exigiendo porque necesitamos un trasplante para mi padre, que está en peligro de muerte”, afirmó en su momento, Yuri Tatiana Moncayo, hija del hoy fallecido símbolo del conflicto y la guerra en el país.