Luego que Mauricio Jaramillo se bajara del ‘ring’ por la gobernación, varios liberales de la vieja guardia alzaron la mano. El diputado Carlos Arturo Reyes Rodríguez es uno de ellos; viene haciendo la tarea municipio por municipio como cabeza de lista a la asamblea por la colectividad roja.

Se conoce el territorio y es uno de los dirigentes que mejor afronta este tipo de elección, particularmente ante la premura, también cuenta con exposición mediática y reconocimiento en las poblaciones fuertes, donde el ‘liberalismo’ manda la parada.

Reyes tampoco es un desconocido en los movimientos del Pacto Histórico, debido a que ha sido un defensor acérrimo del presidente Gustavo Petro, y le hizo campaña temprana sin sonrojarse en el departamento.

Y lo más importante, es uno de los caballeros de la mesa redonda del exsenador Mauricio Jaramillo y del grupo base del ‘liberalismo’ en el Tolima.

En la carpeta

El candidato que salga debe tener consenso entre las huestes del Pacto Histórico y la Alianza Verde, de la línea Renzo García y la congresista Martha Alfonso.

Camilo Delgado es opción, aunque no tiene notoriedad en los municipios, solo en Ibagué por sus ejercicios políticos recientes. Fuentes consultadas en el entorno del exconcejal Delgado Herrera, le dijeron a Contrapeso que el celular no le ha dejado de sonar esta semana, con mensajes y llamadas de amigos en el Tolima que le insisten en que dé el salto.

Le ofrecieron la oportunidad al conservador Samuel Gómez y por supuesto a Mauricio Pinto, aunque este último sigue siendo alternativa, su militancia en el Centro Democrático lo aleja de la convergencia y las posibilidades.

Las horas pasan y empiezan a cobrar factura, este fin de semana será clave en el diseño de una propuesta real para competirle a Adriana Magali Matiz que anda haciendo campaña sin un competidor de peso, incluso con opciones más claras que las que tenía en su momento el hoy gobernador, Ricardo Orozco.

Dicho candidato que salga del consenso, como mínimo tendría acceso a una curul vía estatuto de la oposición en la Asamblea Departamental, además de la reposición de votos, privilegios que pueden resultar tentadores, en una campaña que parece estar sentenciada.