Amigos cercanos cuentan que hace rato no veían al exsenador Mauricio Jaramillo Martínez tan entusiasta, motivado, haciendo el trabajo político y recorriendo los municipios.
“Se está levantando casi a las cuatro de la mañana a llamar y organizar agenda del día” le dijo una fuente a Contrapeso al interior del liberalismo.
Destacó esta semana, a manera informativa la campaña de la empresaria Olga Beatriz González, imágenes de una reunión bastante nutrida en Armero Guayabal, precisamente con el jefe Mauricio Jaramillo micrófono en mano sacudiendo el trapo rojo.
La estructura con mucha antelación decidió cerrar filas en torno a la curul a la Cámara de Representantes de la popular ‘Olga B’.
El exdiputado Juan Carlos Mendoza Rayo le manifestó a esta redacción, que existe un compromiso sólido de arropar desde una de las organizaciones más fuertes y disciplinadas como la jaramillista a Olga Beatriz González.
Ella, ha sido en las elecciones recientes la única que decidió sacrificar su capital económico y político para abanderar causas de partido, incluido el fallido Senado de 2018 y el “sapo” que debió tragarse cuando le impusieron en 2019 para la Gobernación del Tolima a Rosmery Martínez Rosales, sumado a la histórica ‘Traición del Campestre’, ese mismo año.
En los episodios más candentes de la actual campaña producto de la columna del abogado barretista Gustavo Osorio, en donde la comparó con la empresaria del chance, Emilse López, de la Costa Atlántica, el partido no vaciló en salir a respaldar públicamente a ‘Mamá Ibagué’.
Incluso, versiones extraoficiales dieron cuenta que Jaramillo tomó el celular para reclamarle al mismo gobernador Ricardo Orozco, por las conductas de Osorio, en calidad de contratista de la administración El Tolima Nos Une.
La apuesta de Jaramillo
El próximo domingo no podrá existir margen de error, pese a la sana competencia que fomentó la misma colectividad con Camilo Delgado y Gentil Gómez Oliveros, la consigna es obtener la primera votación con Olga Beatriz y apretar el acelerador para conseguir una segunda curul, opción que según los cálculos matemáticos de expertos parece lejana.
Mauricio Jaramillo así lo entendió, también sabe que la votación presentada por el liberalismo, será el primer case para su objetivo de llegar a la Gobernación del Tolima en el 2023 y derrotar la hegemonía barretista.
Así mismo, Jaramillo Martínez es consciente que un revés electoral podría traer la pérdida de espacios significativos de liderazgo en su equipo, situación que no se puede permitir bajo ninguna circunstancia.
Justamente, cuando los conocedores de cifras estén haciendo los análisis de los resultados de los comicios este fin de semana, deberán poner especial atención en el número de votos de la denominada chipa ‘Toconbar’: Todos contra Barreto, en cabeza de Mauricio Jaramillo y compararlo con la coalición Barretista rumbo a las regionales.
También habrá que sumar los votos del Centro Democrático, la U y el senador Miguel Barreto, que unidos a los del liberalismo, se perfilan como una coalición sólida para las elecciones regionales de alcaldes y gobernador en octubre de 2023.
En resumidas cuentas, el denominado jaramillismo lanzó los dados y se juega la vida; será la curul y sumatoria de votos de la empresaria Olga Beatriz González, la que dictamine si Mauricio tiene las charreteras para imponer condiciones en la escogencia de candidato a la Gobernación del Tolima. Además, su liderazgo al interior del liberalismo también está en juego.
Dicen que Guillermo Alfonso Jaramillo, le podría devolver el favor de 2015 a su hermano, cuando por instrucciones suyas los liberales inclinaron la balanza a la Alcaldía de Ibagué. No serán pocos los ‘huevitos’ que le pondrá Guillermo Alfonso a Olga B este fin de semana.