El presidente de Camacol lanzó una alerta para que el Gobierno aceleré la entrega de los subsidios de Mi Casa Ya, pues están en riesgo cerca de 4 millones de empleos y los ahorros de miles de colombianos.
Según el funcionario, explicó que al cierre del primer bimestre del 2023, Colombia pasó de vender más de 189,000 unidades a tan solo 12,000, y la causa principal tiene que ver con la no asignación de recursos por parte del Gobierno Nacional para la asignación de subsidios y los desembolsos de ‘Mi Casa Ya’.
En febrero de 2023, el sector de la construcción y venta de vivienda en Colombia ha experimentado una desaceleración significativa.
Según datos de la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol), la Vivienda de Interés Social (VIS) ha caído en un 64% en comparación con el año anterior, y en febrero se comercializaron solo 6,655 unidades, niveles de ventas similares a los tres meses más complicados en la pandemia.
Esta desaceleración ha tenido un impacto en la velocidad de comercialización de las viviendas, lo que se traduce en que se han demorado más de 10 meses para vender una VIS, el período más lento desde 2012. Además, el período de comercialización se ha duplicado en comparación con abril. Es importante destacar que el 72% del mercado de vivienda nueva en Colombia es VIS.
Desplome en ventas
El presidente de Camacol, Guillermo Herrera, ha asegurado que, al cierre del primer bimestre del 2023, Colombia pasó de vender más de 189,000 unidades a tan solo 12,000, lo que representa un deterioro del 64% de este mercado. La principal causa tiene que ver con la asignación de recursos por parte del Gobierno Nacional para la asignación de subsidios y los desembolsos de ‘Mi Casa Ya’.
Más de 40.000 familias se han visto afectadas por el no desembolso de los recursos para el programa de interés social, lo que ha generado que, en octubre de 2022, acumularan 23.000 viviendas ya terminadas que no se pudieron entregar y escriturar. A enero de 2023, hay otras 17.000 viviendas que también están en espera, lo que estaría generando costos adicionales para las personas que ya dieron la cuota inicial para la compra de su vivienda.
Según el presidente de Camacol, esto supone que son 40.000 hogares que están pagando arriendos por el orden de los $15.716 millones, y las pérdidas totales alcanzan los $76,000 millones. Este dinero podría estar destinado a pagar los créditos hipotecarios de las familias o reinvertir en la ejecución de otros proyectos por parte de los constructores.
Las condiciones macroeconómicas del país, como la inflación, la devaluación y las tasas de interés del mercado hipotecario, que han venido incrementando seis puntos porcentuales y se encuentran en 16,6%, también han contribuido a la desaceleración del mercado de viviendas sociales.
Sin embargo, la caída en ventas supone que dentro de un año, habrá menos proyectos en construcción y, por lo tanto, menos ventas. El proyecto de adición presupuestal por 1,4 billones que se viene estudiando en el Congreso tan solo alcanzaría para otorgar 50,000 subsidios, dejando por fuera a 10,000 de ellos.
El salvavidas
Es por eso que el sector constructor le está solicitando gobierno y a los sectores privados que se unan en un trabajo articulado para atender los subsidios pendientes de ‘Mi Casa Ya’. Según estimaciones, se requieren $3,3 billones para poder cubrir estos subsidios, lo que representa un gran desafío.
Además, de acuerdo con el Banco de la República, se proyecta que el sector constructor no crecerá más del 1% en los próximos dos años. Esta situación ha generado preocupación entre los líderes del sector, quienes han destacado que el sector constructor es uno de los pilares de la economía nacional.
"El sector constructor es un motor importante para la economía nacional. Por eso, cualquier factor que afecte su normal desarrollo debe ser abordado con prontitud. Si se mantiene la tendencia actual, la economía nacional podría presentar grandes afectaciones, teniendo en cuenta que el sector constructor aporta cerca de 4,5 puntos del PIB nacional y genera 4 millones de empleos, lo que representa cerca del 7% del empleo formal en el país", explicó Guillermo Herrera, presidente de Camacol.