El senador electo, Óscar Barreto Quiroga, se robó el show este lunes en el evento organizado por la gobernación del Tolima, al cual fueron convocados los nuevos legisladores de la región, para trabajar en bloque por el futuro del departamento.
La buena intención del gobernador Ricardo Orozco de convocar a los congresistas electos a trabajar en equipo en la denominada Visión 2050, pasó a un segundo plano por la extensa charla de su jefe político con los medios de comunicación de Ibagué, con quienes no hablaba ‘largo y tendido’ hace años.
Barreto habló de la campaña presidencial, la situación actual de Ibagué, las regionales de 2023 y hasta se refirió a la relación con su primo, el senador reelecto Miguel Ángel Barreto Castillo.
Flores a Petro
Muy tibio se le nota al senador electo Óscar Barreto, su aparente apoyo a Fico Gutiérrez a la Presidencia de la República, y más bien generoso con algunos postulados de Gustavo Petro.
Llama la atención que Barreto desde que incursionó en la política regional en el año 2005, se caracterizó por su defensa del estado de derecho, la institucionalidad, los partidos, la gobernabilidad y la seguridad democrática del expresidente Uribe. De hecho, en esa aspiración fallida buscando la atípica gobernación, se auto proclamó “El gobernador uribista”.
Hasta hace poco, Barreto afirmaba que, si bien las cosas en el país no marchaban por buen camino, toda forma de lucha, incluso la denominada “primera línea”, iba en contravía de la estabilidad del país. Hoy al referirse al estallido social, prácticamente lo defiende y hasta lo justifica, lo que sorprende a sus seguidores.
Años atrás, Barreto criticaba el populismo, las propuestas inviables y tenía una marcada distancia con la izquierda. Hoy dice que “le gustan todos los candidatos”, lo que indica que no tiene diferencias con Petro; el candidato de la extrema izquierda colombiana.
El cambio en primera que promueve el alcalde de Medellín, parece no asustar a Barreto, quien como un empresario exitoso, le dijo a los medios locales que promoverá una reforma tributaria para que “paguen los riquitos” del país. Además, señaló que no se puede sostener la democracia con tantos privilegios a los más pudientes, mientras que del otro lado, la desigualdad social está disparada a lo largo de país. Todo un conservador ‘neopetrista’.
Lo que llama la atención es que hace unos años en sus intervenciones públicas, citaba a Churchill y defendía la propiedad privada y a los empresarios. Nunca cuestionó si tributaban lo suficiente o no.
Quizás este cambio de discurso también lo trae de Winston Churchill: “Un fanático es alguien que no puede cambiar de opinión y no quiere cambiar de tema”. Barreto se aleja del fanatismo de la derecha y suaviza su discurso, buscando acomodarse en un eventual gobierno de Petro. Óscar Barreto es inteligente y no quiere pelear con el hombre que puntea en las encuestas a la presidencia.
El dirigente conservador añadió que hará control político constructivo, sin pelear con nadie. “Independiente de quien gane la presidencia tenemos que pensar es en el país fundamentalmente” concluyó.
Dardos a Hurtado
Barreto dijo que hace meses no habla con el alcalde Hurtado y aunque no lo atacó directamente, si expresó su preocupación con varios problemas por los cuales atraviesa la ciudad en la actualidad.
“No voy a calificar ni para bien ni para mal a nadie, pero que a Ibagué le faltan muchas cosas, por supuesto. La malla vial está llena de huecos por todos lados, el plan maestro de alcantarillado vale más de 1 billón de pesos y no se ha avanzado, Ibagué no se ha visionado” sostuvo Barrero Quiroga.
Cuando un periodista le preguntó por su último encuentro con el alcalde hurtado, este dijo que hace rato no habla con él y que “no le interesa generar ese tipo de diálogos”, cerrando las puertas de un acercamiento o reconciliación con el equipo del mandatario local.
“Cada uno asume sus responsabilidades, cada loro en su estaca” sentenció Barreto, recordando una frase que le dedicó al exalcalde de Ibagué Guillermo Alfonso Jaramillo en 2016.
Miguel Barreto y el 2023
Sobre sus diferencias con el senador Miguel Barreto, el exgobernador no quiso ahondar. Solo atinó a decir que no se va a prestar para debates de carácter personal. “Estamos para hacer cosas, echar para adelante, pensemos en el partido, en el Tolima y en el país” precisó.
De otro lado, Barreto Quiroga se refirió a la elección para gobernador del Tolima en el 2023. Aunque su candidata es Adriana Magaly Matiz, fue muy respetuoso y considerado con la aspiración de José Elver Hernández; de seguro lo quiere conservar como aliado.
Barreto no es amigo de las consultas populares para otorgar avales, dice que la mejor fórmula para definir candidato a la gobernación es el consenso. “Ojalá ellos dos solitos se pongan de acuerdo y tomaran la decisión”.
“En el partido el único que decide no soy yo, aquí hay dos senadores, representantes a la cámara, diputados, concejales y muchos dirigentes que tienen derecho a opinar” manifestó Oscar Barreto.
Una vez se conozca el nombre del nuevo inquilino de la Casa de Nariño, inicia la carrera por el poder regional y aun el hombre más poderoso del departamento, no está dispuesto a apostarle al perdedor. Un presidente distante del barretismo, puede volverse incómodo para la organización y sus planes en el 2023.
