La tierra se sacudió ayer en este departamento, no solo por el sismo registrado en Ambalema. El temblor se produjo también por el inconformismo e impotencia del equipo político que sigue las orientaciones del exgobernador Óscar Barreto, con la elección de alcaldes en el Consejo Directivo de Cortolima.
A los medios de comunicación jamás se nos cuestionó, cuando los titulares de prensa favorecían a ese grupo político; “aplastante victoria”, “aplanadora barretista”, “Barreto se impuso”, y muchos otros lugares comunes se han utilizado en radio, prensa y televisión, para contarle a la opinión pública los resultados favorables de la organización en diferentes procesos electorales.
Ahora que la elección de ayer en Cortolima no le favoreció al barretismo, sacan la ‘vieja confiable’: los medios tergiversan, ¿cuál derrota del barretismo?, se vendieron, la unidad prevaleció, etc.
Contrapeso revela detalles inéditos de lo que realmente ocurrió ayer en la gobernación del Tolima, contados por los mismos alcaldes y algunos jefes políticos regionales, quienes solicitaron omitir sus nombres.
¿Qué pasó?
Las fuentes le contaron a esta redacción, que el gobernador Ricardo Orozco si estaba interesado en presentar una plancha única como ocurrió en 2020, cuando todo era luna de miel y los gobiernos iniciaban sus periodos. Había muchas expectativas en ese entonces con la administración seccional.
Orozco inició diálogos previos con el representante a la cámara Ángel Gaitán, quien le socializó a los alcaldes liberales la intención del gobierno. La mayoría de ellos saltaron y le comunicaron al congresista que no querían saber absolutamente nada del barretismo.
Cuentan testigos presenciales, que el fin de semana en Coyaima, donde estuvo Gaitán Pulido, las llamadas del gobernador eran insistentes, y ante la negativa de los mandatarios con el representante, a este no le quedó otra alternativa que abstenerse de contestar el teléfono.
Así las cosas y para ser claros, cuatro políticos fueron claves e impusieron mayorías en la elección de alcaldes en Cortolima: los señores Jaime Yepes, Miguel Barreto, José Elver Hernández y hasta Mauricio Jaramillo. Desconocer eso es llamarse a engaños.
Incluso, un alcalde del sur tolimense, le dijo a Contrapeso que la idea inicial era presentar una plancha por la que votarían no menos de 38 burgomaestres, entre opositores e inconformes con la gobernación. “Le hubiéramos dado una paliza al barretismo” dijo la fuente.
Sin embargo, algunas llamadas de última hora, la preocupación del alcalde de Villarrica que no le resultaran los votos al liberalismo y el temor a no garantizar un bloque mayoritario sólido, frenó todo.
El análisis
Las cuentas son claras, las matemáticas no mienten y menos, la realidad política actual. Jesús Antonio Giraldo, alcalde del Líbano, le organizó una reunión muy nutrida a Jaime Yepes el pasado fin de semana en el Hotel Pantágora y está jugado con Miguel Ángel Barreto al senado. Hay quienes dicen jocosamente en el norte, que el popular ‘Toño’ se haría sancionar con ganas, con tal de ‘sacarse la espina’ con el barretismo.
Hace meses, el alcalde viene incómodo con el gobernador Orozco, porque siente que lo abandonó después de su incuestionable apoyo en las elecciones; allá el gobernador sacó 7.684 votos en 2019, más del 50% de la votación válida en la localidad.
Giraldo Vega tampoco perdona el exagerado protagonismo que le ha dado el gobernador al médico Diego Padilla, excandidato a la alcaldía, y a José Jaime González gerente del hospital, en materia de recursos, gestiones y ejecutorias provenientes del ejecutivo seccional.
Albeiro Trujillo de Alpujarra, aunque amigo de ‘Choco’, atiende las directrices de Jaime ‘el mono’ Osorio, quien desde hace rato se peleó con Óscar Barreto, y está de frente con su primo Miguel. El exgobernador no ahorra calificativos despectivos contra Osorio, un conservador que siempre lo respaldó en las urnas, y a quien por segunda vez le quiere poner candidato a la alcaldía.
Julio César Pérez, alcalde de Villarrica, es la cuota de Mauricio Jaramillo en el Consejo Directivo de Cortolima. Dicen en el municipio que también le pone huevos a Miguel Barreto con la venia del precandidato a la gobernación. Los alcaldes liberales, con el guiño del exsenador, cerraron filas en torno a su candidato.
El alcalde de Ataco, Miller Aldana, es el único de los cuatro mandatarios elegidos que se podría considerar barretista, aunque es ‘vox populi’ en el pueblo, el distanciamiento de Aldana con su antecesor Jader Ochoa, amigo leal de Óscar Barreto. Todos saben en Ataco que la administración impulsa candidatos por fuera del barretismo.
Aunque el barretismo quiera vender humo con su papel en la elección de ayer, lo que quedó en evidencia es que la organización cayó en paracaídas, respaldando con un grupo minoritario de mandatarios locales, las cuatro planchas postuladas.
Hasta el propio gobernador hizo lo impensado; puso a su delegado a votar por el alcalde de Alpujarra, municipio donde hace un par de semanas, el candidato al senado Óscar Barreto advirtió que una vez elegido, iba a mandar a los organismos de control a investigar la corrupción y malversación de los recursos públicos.
Volvieron a ‘la gober’
Entre las curiosidades de la lluviosa mañana del lunes en el Centro de Convenciones, se destacó la presencia de mandatarios que seguramente ya se les había olvidado como eran las instalaciones del Palacio del Mango, porque hace rato no iban.
Caso tal del alcalde de Rovira, Diego Guerra, recordado por los ‘tanquetazos’ que le pegó al gobernador Orozco en una reunión precisamente con el senador Miguel Barreto, recordándole al mandatario seccional la seguidilla de incumplimientos en materia de inversión con su municipio.
Tampoco había vuelto Albeiro Trujillo, quien no desaprovecha oportunidad para referirse a la poca inversión en su municipio por parte del gobierno El Tolima Nos Une. La alcaldesa de Ríoblanco Elisabeth Barbosa, hace meses no se le veía en los ‘bajos de la gober’.
El punto débil de Orozco
A pocos días de las legislativas, la chipa Miguel Barreto, Choco, Jaime Yepes y Mauricio Jaramillo, dio un golpe contundente sobre la mesa. Esta coalición logró que muchas ovejas que el barretismo cuidaba en sus predios, se saltaran la cerca y terminaran donde el vecino.
Por más vueltas que le den al asunto, y así muchos no lo quieran reconocer, ayer tres alcaldes que votarán por Miguel Barreto al senado, con jefes políticos diferentes, se convirtieron en consejeros de Cortolima para la vigencia 2022, algo que en la era de Óscar Barreto, jamás hubiera ocurrido.
A Ricardo Orozco se le ha reconocido su rol pacifista y mediador de la política en el departamento, muy efectivo en el primer año de gobierno. Pero esta vez se le quemó el pan en la puerta del horno.
Tal vez la mayor fortaleza del gobernador, se está convirtiendo en su talón de Aquiles. En política llega el momento en el que no se puede quedar bien con todo el mundo, por más entendimiento y paz política que se quiera promover. Orozco ha permitido que los opositores del barretismo tengan cabida en la administración, ¿A son de qué?
La armonía política que el mandatario seccional construyó desde su posesión, llegó a su fin. Duró lo que tenía que durar. Ahora el barretismo deberá recomponer las fuerzas pensando en el 2023.
La verdadera puja en Cortolima será el año entrante. Todos los sectores políticos harán sus apuestas y el gobernador se jugará el pellejo por el barretismo. Lo que pase en las elecciones legislativas y presidenciales del 13 de marzo, despajará el futuro político de la corporación.