La entrevista que concedió Mauricio Jaramillo al periodista Álvaro Murillo, sacudió temprano la campaña política 2023 en el departamento del Tolima.

Aseguró que el Partido Liberal está culminando una exhaustiva investigación en cabeza del diputado Carlos Arturo Reyes Rodríguez, sobre supuestos casos de corrupción en materia de contratación estatal en la administración El Tolima Nos Une 2020-2023.

También puso el espejo retrovisor sobre la segunda administración de Óscar Barreto y llamó la atención sobre algunos hechos que, según su criterio, deben ser investigados por los organismos de control lo más pronto posible.

El Plan

Las declaraciones ponen al descubierto el plan que tiene diseñado el liberalismo de la línea jaramillista, para golpear la candidatura a la gobernación de Adriana Magali Matiz Vargas, la más inmediata y prácticamente única competidora.

La intención es relacionar directamente la campaña de la excongresista Matiz Vargas, con la continuidad de las políticas barretistas en la región durante los últimos 8 años, que para Jaramillo Martínez, ha sido una época de sectarismo, corrupción y malas prácticas administrativas.

Prelanzamiento

Esta redacción logró establecer que Mauricio Jaramillo ya socializó con su equipo más cercano, la idea de lanzar su candidatura a mediados del mes de marzo.

Aunque Jaramillo ha dicho de forma permanente que la estrategia no debe ser victimizar al contrincante, la entrevista concedida a Ondas de Ibagué lo contradice.

Todo apunta a que su aspiración cabalgará sobre los hombros del senador Óscar Barreto Quiroga y su organización política. Además, Jaramillo pretende capitalizar el descontento en diversos sectores, que genera el desgaste de ostentar el poder durante ocho años consecutivos, en manos conservadoras.

Mauricio Jaramillo Martínez anuncia que habrá perrero contra la corrupción, pero sin ‘Toconbar’ (Todos Contra Barreto), para evitar la victimización de su mayor rival en la política tolimense.

¿Y las propuestas?

Los liberales que en 2023 se acordaron de cuestionar al gobernador Orozco, tendrán que explicarle al departamento cómo de la noche a la mañana pasaron de apoyar todas las iniciativas del ejecutivo seccional - en la Asamblea del Tolima para poner un ejemplo - y ahora se autoproclaman adalides de la oposición.

Este medio de comunicación registró cómo incluso, liberales con asientos en la duma departamental, se paseaban con hojas de vida por los pisos altos del ‘Palacio del Mango’ hasta hace poco. Ahora que llegó la campaña, el liberalismo ignoró su discreto papel de veeduría y control político a la administración, para dedicarse a hacer gobierno y no alejarse del poder.

Los tolimenses han asistido los últimos años a campañas políticas basadas en los agravios personales, las calumnias y los enfrentamientos de un lado y del otro, dejando a un lado la discusión sobre lo fundamental: los problemas estructurales del territorio en materia de vías, empleo, conectividad y fortalecimiento económico, renglones que deben estar en la agenda pública contemporánea.

¿Habrá más de lo mismo en la campaña 2023?