El anuncio se dio a través de un video de algo más de seis minutos en el que el ahora exrector de la Universidad de Los Andes expuso las motivaciones que lo llevaron a saltar al ring de las presidenciales.
El académico de 55 años, economista e ingeniero de profesión, aseguró haber optado por este camino, después de una larga reflexión con familiares y amigos que le llevaron a concluir, su abordaje de los problemas sociales puede contribuir a la reconciliación nacional y devolverle la esperanza al país.
Gaviria advirtió que Colombia pasa por un difícil momento que podría desencadenar en lo que denominó un tercer pico de violencia. De ahí que haya que atender asuntos sociales de manera prioritaria.
"Mi propósito no es impedir la llegada de nadie. Mi campaña no va a ser contra nadie, no es una gesta personalista, es si se quiere una invitación a un trabajo colectivo", declaró.
Respondiendo anticipadamente a quienes daban por hecho que no dejaría su posición en Los Andes, Alejandro Gaviria conceptuó que decidió abandonar la apacible dinámica del mundo académico para hacer pedagogía democrática.
"La única victoria que vale la pena es la que se hace sin palabras violentas. La política no tiene que ser cruel. No tiene que ser oscura", agregó.
A renglón seguido, invitó a los ciudadanos a sumarse a la idea de construcción de un país más justo, más decente, más digno y más sostenible.
"Colombia estoy seguro tiene futuro. Colombia tiene que tener futuro", concluyó Gaviria quién buscará formalizar su aspiración con el respaldo de los colombianos mediante la recolección de firmas.
A la carga
La declaración de Gaviria no tardó en levantar ampolla. Candidatos y precandidatos de diferentes vertientes, así como dirigentes de diversos partidos reaccionaron a su candidatura.
Unos de manera moderada y acorde con el discurso conciliador propuesto por Gaviria, otros buscando descalificarlo sin haber salido del partidor.
En esa última orilla uno de los primeros en hacerlo fue el liberal, Luis Fernando Velasco, quien ironizó al darle la bienvenida al debate recordando su paso por los gobiernos de Uribe y Santos, así como su afinidad con posturas de Estado del expresidente César Gaviria en un asunto tan sensible como la Ley 100.
"... Desde las ideas Liberales esperamos debatir desde orillas ideológicas distintas", publicó Velasco en su cuenta de Twitter.
A su turno, el líder de la Colombia Humana, Gustavo Petro replicó un documento con 60 puntos propuestos por Gaviria y en una serie de trinos desestimó varias de las ideas de las que dijo carecen de profundidad.
Petro cuestionó que haya algo de progresismo en la idea de país del exrector de Los Andes y lo calificó como Neoliberal.
Moderadamente opuesto, Roy Barreras subrayó la participación de Gaviria eleva intelectualmente el debate que sostuvo "no puede seguir atrapado en la cloaca de las bodeguitas y los medios abyectos al servicio de banqueros y clanes corruptos que son el alma de este régimen"
En buena onda
Quienes sí interpretaron el mensaje de Gaviria fueron algunos de los aspirantes de la centro derecha.
Por la Coalición de La Esperanza, Humberto de La Calle, dijo la llegada de Gaviria es una buena noticia.
Y exaltó sus cualidades en la apertura de pensamiento y la pedagogía permanente.
De la Calle también mencionó la importancia de unión y la convergencia.
Muy cerca de esta postura se manifiestó el exalcalde de Bogotá, Enrique Peñaloza quien aseveró "A nuestra democracia y a los ciudadanos les sirve que haya buenas opciones".
A estas voces se sumó la de Juan Manuel Galán quien celebró la candidatura de Gaviria como garantía de altura a la competencia para el momento histórico que vive el país.
Galán se mostró además confiado en encontrar en el Exministro de Salud un aliado para la construcción de una política antidrogas que apunte a la regulación.
Con frescura
Con un tono más jocoso, dos de los presidenciables se refirieron a la aspiración de Gaviria.
El también exministro Juan Carlos Echeverry, quien ya lleva algo de ventaja en su apuesta por un proceso independiente dijo "Esto se pone cada vez más bueno"
Y lanzó esta particular pero subliminal invitación:
"Sí va a recoger firmas le envío una cachucha (han salido buenas)"
Federico Gutiérrez, exalcalde de Medellín de manera premonitoria, mucho antes de que se hiciera pública la aspiración de Gaviria posteó un meme con una fotografía de los célebres victorinos de los años 80 a los que les rotularon los nombres de Alejandro Gaviria, Sergio Fajardo y el suyo.
"Yo la verdad, me he reído mucho con esto que me mandaron. Gracias a la gente que le pone humor a la vida, pese a circunstancias tan difíciles que hoy existen. Espero que Sergio y Alejandro también se hayan reído, así sea un poco", anotó.
Mudos
Quienes prefirieron no opinar al respecto fueron el expresidente Álvaro Uribe, y sus precandidatos del Centro Democrático, María Fernanda Cabal y Óscar Iván Zuluaga.
Tampoco lo hicieron Rodolfo Hernández, envuelto en un escándalo por la filtración de un audio, ni Sergio Fajardo quien simultáneamente recibió el anuncio de su acusación formal ante la Corte Suprema.
A estos silencios también hay que agregar los de Dilian Francisco Toro y Jorge Enrique Robledo.
Críticas de redes
Impulsados por la influencia de las figuras políticas a las que siguen, varios usuarios de redes sociales no tardaron en caer con críticas a Gaviria.
Algunos incluso echaron a rodar la tesis de una inhabilidad para aspirar a la presidencia por haber nacido en Chile, lo que los expertos en la materia desvirtuaron.
Otros le cobraron haber acompañado la administración de Juan Manuel Santos.
A esto último respondió Martín Santos, hijo del expresidente quien trinó "Decir que Fajardo, A. Gaviria, Cárdenas, Galán, Echeverry etc son los candidatos "de Santos" sólo comprueba que JMS se rodea de gente preparada que clasifican de presidenciables".
Mientras el cañaveral se agita con casi una treintena de precandidatos a ocupar la primera magistratura del Estado, lo único que queda claro es que todavía las apuestas pueden cambiar.
Unas presionadas por cómo se den las cosas en los tribunales, otras en la medida en que se vayan configurando tendencias que precipiten las adhesiones y los acuerdos.