“Siempre he dicho que esa obra no es prioritaria y va a generar un gravísimo problema” así se refiere el concejal Rubén Darío Correa a la construcción del viaducto de la calle 60 con carrera Quinta, en audios filtrados por la propia comunidad a esta redacción, los cuales demuestran el interés del cabildante en que la obra no se materialice.
En las últimas horas Correa Carvajal, sostuvo reuniones con habitantes de la zona de influencia de la obra, en las que pareciera estar desinformado sobre la actualidad del proyecto, el cual tendrá listo para el mes de junio los estudios y diseños, contratados por la alcaldía en 2021.
“No conocemos los estudios y los diseños, hoy eso lo tienen en servilleta, los concejales no los conocemos” le dice a la comunidad el concejal Rubén Darío, a quien se le olvidó que la corporación en la que trabaja, aprobó en 2020 un cupo de endeudamiento por $105 mil millones, de los cuales $45 mil millones se destinaron para la construcción del intercambiador vial, los estudios, diseños y la interventoría.
Para nadie es un secreto las tensas relaciones entre el excandidato a la alcaldía y Diego Herrán, jefe de la cartera de infraestructura del municipio, luego del accidentado debate sobre las obras de la calle 103, donde quedaron heridas abiertas.
¿Proyecto en “Servilleta”?
Según el secretario de infraestructura, Diego Herrán, la consultoría del proyecto se encuentra en la etapa final. “Este es un proyecto icónico que permitirá resolver los problemas de movilidad en el sector”.
“Se incorporó además un deprimido de 300 metros sobre la carrera sexta, uno de los de mayor longitud en el país, que permitirá el flujo libre de vehículos en la intersección de la calle 60 con Quinta” informó el ingeniero Herrán. Es decir, será una intersección moderna de tres niveles, con paso elevado (viaducto), glorieta y deprimido.
El funcionario agregó que, una vez entregados los estudios y diseños, se podrá adelantar el proceso licitatorio para la construcción de la obra, que tendrá un plazo aproximado de 16 meses de ejecución.
Otro que se sumó a la defensa del viaducto de la 60, fue el concejal Arturo Castillo del Partido Conservador. El líder del G9 en el cabildo dijo que esta obra, incluida en el plan de desarrollo, es demasiado importante y necesaria para darle solución a los problemas de movilidad en la denominada ‘Milla de Oro’ de Ibagué.
“Es muy lamentable que haya concejales que se opongan al desarrollo de la ciudad, y más cuando se hizo un análisis serio al empréstito y a este proyecto” sentenció Castillo.
¡Así no, concejal!
Cuando Rubén Darío Correa fue un exitoso periodista, amo y señor de la sintonía radial en Ibagué, siempre se destacó por defender causas sociales y ejercer presión hacia los gobernantes para que se hicieran las obras.
Germán Celis, presidente de la Comuna 5, recordó como Correa desde los micrófonos se rasgaba las vestiduras cuando en la vigencia 2016 - 2019, el alcalde Guillermo Alfonso Jaramillo no le permitió al gobernador Óscar Barreto hacer obras en la ciudad de Ibagué, entre ellas el viaducto de la 60, por disputas insulsas y egos políticos.
“El viaducto de la 60 es una obra que se requiere con urgencia para el desarrollo de la ciudad, no entendemos a las personas que se quieren oponer. Lo que hemos dicho es que todas las obras se deben socializar.” expresó el líder comunal.
Oposición vs la 'vieja' política
Rubén Darío Correa ahora se está convirtiendo en eso que tanto cuestionó desde el periodismo. Una cosa es hacerle control al gobierno de turno, que además de legítimo es absolutamente necesario, y otra muy diferente es aplicar el todo vale, con tal de que la administración no haga las obras y sacar réditos político electorales de por medio.
El cabildante del ADA – Alianza Democrática Amplia, tiene una enorme responsabilidad con los más de 38 mil ibaguereños que votaron por el en 2019. Miles de ellos habitan las comunas 4 y 5 de la ciudad, donde los trancones, accidentes y otros problemas de movilidad son el paisaje diario.
Por supuesto que la administración debe ser responsable en el manejo de los recursos y garantizar que las grandes inversiones en infraestructura vial, deportiva, servicios públicos y educación se ejecuten, y sus obras no terminen convertidas en ‘elefantes blancos’.
La narrativa del concejal Rubén Darío se ha vuelto muy violenta, beligerante, centrada en maltratar y en ocasiones, ridiculizar funcionarios en cada debate de control político. Su propia colega Linda Perdomo, le dijo en la cara esta semana que lo que tiene Correa es un problema personal con el alcalde Hurtado. Tal vez no ha podido superar la derrota en las urnas en octubre de 2019.
Si quiere aspirar de nuevo a la alcaldía, ¿Será este el estilo correcto de hacer la política, Rubén Darío?