Dicen que el pez muere por la boca. Ese adagio popular le encaja perfectamente al alcalde de Ibagué, Andrés Fabián Hurtado Barrera, quien no calculó muy bien una intervención ante medios de comunicación locales el pasado 13 de marzo, cuando se disponía a ejercer su derecho al voto.
Ese día, Hurtado les dijo a algunos periodistas de Ibagué lo siguiente: “yo me identifico con todas las propuestas que sean en pro de sacar adelante al país”.
Esta manifestación pública en concepto del organismo disciplinario, es una abierta participación indebida en política por parte del burgomaestre, quien no midió sus palabras y quiso ser protagonista en el debate electoral.
Para la Procuraduría lo expresado por el alcalde Hurtado es una falta grave, ya que se habría aprovechado de su cargo para participar en política, justo el día en que los ciudadanos acudían a las urnas, no solo para votar en las legislativas, sino también las consultas presidenciales en las que participaba el exalcalde de Medellín, Federico Gutiérrez.
¿Y ahora qué?
Paradójicamente, el reemplazo de Hurtado en la alcaldía por esos tres meses contados a partir de la fecha en la cual se confirme la decisión, queda en manos del Barretismo.
Será el gobernador del Tolima Ricardo Orozco, quien escoja entre una terna presentada por los partidos que avalaron en 2019 al mandatario local.
El Barretismo entra a ocupar un papel protagónico y con el mejor de los escenarios para aprovechar el poder local en los próximos tres meses.
Orozco sin vacilaciones decidirá directamente por la recomendación que haga Óscar Barreto Quiroga, para defender los intereses de la organización y de su jefe político.
Desde la elección para Congreso las relaciones Hurtado - Barretismo se encuentran en cuidados intensivos, por diferencias de orden político aparentemente irreconciliables.
El nombre que elija el gobernador Orozco como alcalde encargado, dará pistas de lo que se viene en materia política en la ciudad de Ibagué.
Daño colateral
Otro mandatario que sufrió la misma suerte del alcalde de Ibagué, fue Daniel Quintero en Medellín.
El candidato presidencial Gustavo Petro, denunció un golpe de estado y persecución por parte de la Procuraduría al alcalde Quintero.
Desde ya se comenta que Andrés Hurtado, fue un daño colateral propinado por parte de la Procuraduría, al primer mandatario de los Medellinenses, quien apoya abiertamente al candidato del Pacto Histórico.