Las recientes declaraciones del exgobernador del Tolima, Óscar Barreto Quiroga, en el municipio del Guamo generaron un manto de dudas de su cantada aspiración al Senado de la República.
En su visita al suroriente del departamento, el máximo jefe del barretismo develó que en sus prioridades políticas no estaría una candidatura al Senado, Cámara o Gobernación.
El discurso de Barreto dio a entender que quiere tomar el liderazgo absoluto de su colectividad sin ser la cabeza visible en un cargo de elección popular, de hecho, catalogó a dichas dignidades como ‘instrumentos de poder’ que no aseguran el liderazgo que le interesa.
De igual manera, reiteró que esa figura caudillista es la que más le llama la atención, por encima de ser candidato en las elecciones legislativas de marzo de 2022.
“Tengo la responsabilidad de la proyección de mi partido, esa es la responsabilidad que tengo. Esa sí que me gusta y es la que tenemos. Ser senador, gobernador o representante eso es ser un instrumento del poder en un momento dado, pero mantenerse en el marco del liderazgo, luchar porque el partido se mantenga pues esas son palabras mayores, es un trabajo que me gusta más”, dijo Barreto en medio de una reunión con los guamunos.
Las afirmaciones del exmandatario seccional han levantado todo tipo de reacciones. Varios analistas políticos de la región se atreven a augurar que la estrategia de Barreto gira entorno a mantener el liderazgo sin aspirar. ¿Es posible?
Si se trata de atar cabos, los pronósticos apuntan a ese camino. Aunque el jefe máximo del barretismo lleva haciendo correrías desde hace dos meses, no ha anunciado oficialmente su candidatura al Senado y se ha encargado a proyectar sus dos Cámaras: Gerardo Yepes y Delcy Isaza.
El análisis también a punta a que Barreto estaría tratando de ingresar a los círculos del poder capitalino de la mano de Germán Vargas Lleras, los Char y algunos miembros del Directorio Nacional Conservador con los que ha tenido encuentros últimamente.
De otro lado, para nadie es un secreto que cada vez que Barreto asoma la cabeza, sus procesos en la Corte Suprema de Justicia, Fiscalía General de la Nación y organismos de control comienzan a destrabarse.
Muestra de ello fue lo que sucedió a principios de este año. Mientras que empezaba a sonar con fuerza su aspiración al Congreso, la Fiscalía le imputaba cargos por presuntas irregularidades de contratación de obras civiles y proyectos urbanísticos durante su primer periodo como Gobernador entre 2008 y 2011.
De hecho, algunos líderes políticos del Tolima señalan que la justicia empezará a actuar con vehemencia si el exgobernador llega al Senado, en una demostración de poder.
“Tumbar a un Senador siempre tendrá más peso para la Corte o la Fiscalía que un barón político regional. Ese es el mensaje que a los organismos de control les interesa dar a nivel nacional. Así como lo que pasó con Richard Aguilar y el propio Álvaro Uribe, para ponerle un ejemplo”, explicó un excandidato a la Alcaldía de Ibagué que solicitó omitir su nombre.
Quienes conocen la forma de trabajo de Barreto señalan que no es un político legislativo y descartan que el Senado esté a su medida.
“No veo a Óscar haciéndole lobby a un ministro o alto funcionario del Gobierno Nacional. Su trabajo fuerte es regional, en terreno, moviendo los hilos de su partido en el Tolima para mantenerse en el poder. No lo veo recibiendo instrucción de su partido y siendo uno más en el capitolio”, manifestó un conservador de Ibagué.
Si Óscar no aspira ¿Quién sería el candidato o candidata?
En las redes sociales se ha visto un visible aumento de publicaciones de quien sería la candidata al Senado del barretismo.
“Con los pies en el territorio”; “¡Unidos hacemos más!”; “Estoy orgullosa de representar a mi departamento”: son algunos de los mensajes que ha resaltado diariamente la representante a la Cámara, Adriana Magali Matiz.
La mayoría de mensajes generalmente vienen acompañados por imágenes de las multitudinarias visitas de la organización en varios municipios tolimenses, demostrando su fortaleza electoral.
¡Seguimos con los pies en el territorio!
— Adriana Magali Matiz 🇨🇴 (@AdrianaMatizTol) September 26, 2021
Nuestro trabajo se ha caracterizado por la cercanía a la comunidad, por visitar incansablemente cada rincón del Tolima. pic.twitter.com/4HnXI0clkp
La aspiración de Matiz suena al interior del Partido Conservador. Cuatro fuentes de esa colectividad le confirmaron a Contrapeso que la ungida para ocupar un escaño en el Senado sería ella, quien goza de reconocimiento nacional por su gestión en el Congreso y cuenta con un interesante trabajo político que le permitirá moverse en otros departamentos.
Nadie desconoce que la congresista tiene varios factures a su favor: carisma, trabajo en equipo y destacada hoja de vida que fácilmente la podrían llevar a la Cámara alta del Congreso a representar los intereses de su colectividad.
¿Cuándo se oficializan las candidaturas?
Aunque hay una fecha estimada para que el barretismo destape sus cartas, tiene que ser pronto con el fin de afianzar el caudal electoral en la región e iniciar trabajo en otros departamentos.
De acuerdo a la Resolución 030 de 2021, el plazo máximo para las inscribir candidatos al Congreso de la República ante el Directorio Nacional del Partido Conservador es el 31 de octubre y en la Registraduría el 13 de diciembre de 2021, por esta razón, las candidaturas que están en duda tienen que definirse cuanto antes porque el tiempo avanza y la demora perjudica.
¿Barreto a la Gobernación?
Esa es la premisa y el descarte de muchos. Si Óscar no va al Senado lo haría por tercera vez a la Gobernación del Tolima.
Aunque la tesis no está del todo definida ya empieza a sonar el nombre de Santiago Barreto, sobrino del exgobernador, quien tendría que medirse en una batalla electoral para nada fácil con el líder del Partido Liberal, Mauricio Jaramillo, quien pondría su nombre a consideración en 2023.
Sin embargo, falta mucho trecho para eso y de cómo queden los escaños legislativos de la región se empezarán a armar los rompecabezas electorales para Alcaldía y Gobernación.
